Desarrollo del Lenguaje

Desarrollo del Lenguaje
en la evolución del género humano
El cerebro humano recibe el impacto de un 90% de información proveniente del sentido de la vista. A través de este sentido recogemos la presencia de nuestros amigos y de acuerdo con señales no verbales inferimos sobre su estado de ánimo, salud, alegrías o decepciones, atracción o rechazo de los demás y cientos de datos que dicen más de una persona que su lenguaje verbal.

Deseo compartir con los lectores el capítulo II del libro Mensajes al Desnudo de Eduardo Pazos. Clase Empresarial # 21, 1995, Pág. 90-91

Un mensaje se compone

de palabras, ademanes, tono y calidad de la voz, entendiendo que a través de los gestos la persona transmite su actitud y postura síquica, corroborada o enfatizada por el tono e inflexiones de la voz. El lenguaje oral viene empacado por ademanes, gestos, movimientos, sonidos que conforman en su totalidad una información íntegra, única y coherente.

Se calcula que solamente un 7% de lo que se dice se entiende por el receptor (Albert Meharbian), el resto de la información corresponde a un 38% el tono de la voz, y un 55% el lenguaje no verbal que incluye una actitud sicológica.

La entrega del mensaje

En definitiva, la entrega del mensaje hace parte del mensaje mismo. Es decir que el contenido del mensaje no se circunscribe al sustrato intelectual que allí se plantea, sino que se enriquece o se empobrece con un lenguaje corporal silencioso que comunica nuestra disposición sicológica ante las ideas transmitidas.

“Así como un perfume

se vende por el empaque, el estuche, la forma, el color y el material del cristal recipiente y finalmente la fragancia”; de la misma manera una información oral es efectiva cuando la atención se centra en un entrenamiento que mejore la calidad de la entrega por medio de un lenguaje corporal y un tono de voz adecuados que corroboren el significado de las palabras, un lenguaje no verbal contundente que llegue al subconsciente individual o colectivo y en una voz agradable y magnética que subyugue. Para ello debemos optimizar nuestra actitud de autoestima y controlar el miedo a hablar en público, vencer la barrera de los primeros 120 segundos.