sábado, 24 de octubre de 2009

Epinicio-El Ojo

El Ojo

Un día el Ojo exclamó:
—Veo a lo lejos de estos valles,
una montaña envuelta en un azul velo
de niebla. —¿No es hermosa?


El Oído escuchaba esto,
y tras escuchar atentamente otro rato dijo:
—¿Pero dónde se encuentra
esa montaña que no la escucho?

Luego la Mano habló y dijo:
—Es inútil tratar de tocarla y sentirla;
—No encuentro ninguna montaña.


Y la Nariz dijo:
—No hay ninguna montaña cerca de aquí.
—No puedo olerla.


Después el Ojo se volteó hacia el otro lado
y los demás sentidos comenzaron a susurrar
de la extraña alucinación del Ojo.


Y hablaron entre sí:
—Algo debe andar mal en el Ojo.

Gilbrán Khalil Gilbrán
Escritor libanés
(1883-1931)

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