Otorgar Dignidad al Pueblo
La consigna es otorgar dignidad al pueblo colombiano. Si soy un poco brusco y cansón al reiterar algunas propuestas, los amigos de las hamacas del diálogo sabrán disculpar; pero no aflojen la rienda ahora que tendremos la posibilidad de rescatar la utopía y recuperar el sueño de que un mundo mejor es posible y de que una nueva Colombia es necesaria.
A los planteamientos de cada uno dentro del conversatorio hay que ponerles atención y profundizar en ellos. Ojala haya oídos receptivos en las altas esferas del estado de Colombia y de los gobiernos del mundo para atenuar la premonición de que «la juventud entonará los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria».Che Guevara
Clío, la diosa de la Historia, nos recuerda la lucha inicial entre Conservadores ultra-católicos y Liberales tachados de anticlericales. Desde 1849 los Liberales gobernaron durante 30 años. En 1885 se redactó la nueva Constitución y en 1899 estalla la guerra de los mil días que dejó cien mil muertos para que en 1903 se separe Panamá azuzado por intereses norteamericanos.
En la historia de Colombia hubo 40 años de relativa paz pero entre 1946 a 1957 se desató la denominada ‘violencia’ tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de Abril de 1948; violencia que dejó 300 mil colombianos muertos. Asesinaron a los guerrilleros amnistiados, a obreros y estudiantes, en plena administración del general Gustavo Rojas-Pinilla,1953-1957 e implementaron un plebiscito para alternar el poder entre Liberales y Conservadores durante 16 años. Belisario Betancur-Cuartas (1982-1986) propuso una amnistía y se firmaron los acuerdos en La Uribe, Meta, entonces surgió la bandera amarilla y verde de la Unión Patriótica como alternativa de poder que logró las principales alcaldías de Colombia, Senadores, Diputados y Concejales activistas.
Desde entonces más de siete mil colombianos, hombres, mujeres y niños, profesores, periodistas, científicos, poetas, concejales, senadores, soldados, campesinos, obreros, deportistas, han caído asesinados en manos de la extrema izquierda y de la ultra derecha. Incluidos cinco candidatos presidenciales. Y un millón y medio de personas han sido desplazadas de su parcela o de su rancho, de su finca o de su hacienda.
La consigna es otorgar dignidad al pueblo colombiano. Si soy un poco brusco y cansón al reiterar algunas propuestas, los amigos de las hamacas del diálogo sabrán disculpar; pero no aflojen la rienda ahora que tendremos la posibilidad de rescatar la utopía y recuperar el sueño de que un mundo mejor es posible y de que una nueva Colombia es necesaria.
A los planteamientos de cada uno dentro del conversatorio hay que ponerles atención y profundizar en ellos. Ojala haya oídos receptivos en las altas esferas del estado de Colombia y de los gobiernos del mundo para atenuar la premonición de que «la juventud entonará los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y de victoria».Che Guevara
Clío, la diosa de la Historia, nos recuerda la lucha inicial entre Conservadores ultra-católicos y Liberales tachados de anticlericales. Desde 1849 los Liberales gobernaron durante 30 años. En 1885 se redactó la nueva Constitución y en 1899 estalla la guerra de los mil días que dejó cien mil muertos para que en 1903 se separe Panamá azuzado por intereses norteamericanos.
En la historia de Colombia hubo 40 años de relativa paz pero entre 1946 a 1957 se desató la denominada ‘violencia’ tras el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de Abril de 1948; violencia que dejó 300 mil colombianos muertos. Asesinaron a los guerrilleros amnistiados, a obreros y estudiantes, en plena administración del general Gustavo Rojas-Pinilla,1953-1957 e implementaron un plebiscito para alternar el poder entre Liberales y Conservadores durante 16 años. Belisario Betancur-Cuartas (1982-1986) propuso una amnistía y se firmaron los acuerdos en La Uribe, Meta, entonces surgió la bandera amarilla y verde de la Unión Patriótica como alternativa de poder que logró las principales alcaldías de Colombia, Senadores, Diputados y Concejales activistas.
Desde entonces más de siete mil colombianos, hombres, mujeres y niños, profesores, periodistas, científicos, poetas, concejales, senadores, soldados, campesinos, obreros, deportistas, han caído asesinados en manos de la extrema izquierda y de la ultra derecha. Incluidos cinco candidatos presidenciales. Y un millón y medio de personas han sido desplazadas de su parcela o de su rancho, de su finca o de su hacienda.
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