martes, 20 de octubre de 2009

Erradicar la Corrupción

Erradicar la Corrupción

Me contó Dioselina Clío que en el Senado de la República el almuerzo que se sirve en las Plenarias y Comisiones cuesta $ 29 mil pesos la bandejita, al igual que la cena; quizás por eso se les llama ‘cenadores’. El desayuno de un Senador consta de un jugo de frutas, huevos con jamón y queso, pan o arepa, mermelada, mantequilla, café o chocolate, por ese menú pagan la pendejadita de $ 20 mil pesos por persona. El Senado subscribió el 15 de junio de 1999 un contrato con Inversiones Rescol por la suma de $ 94 millones de pesos para su ejecución en 180 días.
Para el año dos mil siete
se aumentó el salario mínimo legal mensual en el 10 % para el pueblo raso que tiene que recurrir a la subcontratación o a las ventas informales esquivando el control sobre el espacio público. Mientras que a los Padres de la Patria se les aprobó el 15 % y todas las prerrogativas para utilizar artimañas y recursos antiéticos con el fin de recibir pensiones mensuales por 11 o 15 o más millones de pesos.

Y eso no es nada
para la corrupción política. Se otorgaron $ 1.445 millones de pesos en pasajes aéreos entregados en quince meses, y como si fuera poco, $ 15 millones de pesos se pagaron en llamadas a líneas calientes. También en el 98, el presidente Andrés Pastrana dio el aval para subsidiar la mitad de los intereses de vehículos para todos los congresistas, por un costo de $ 2.443 millones de pesos.

En 1999 el Senado celebró
49 contratos por $ 4.729 millones.
De esa cifra, $ 650 millones fueron para muebles, reparación, suministros, en solo dos meses. Kastleya Silvestre me enteró de que para capacitar y entrenar escoltas de la mesa directiva, labor que corresponde a los organismos de seguridad, la Pagaduría del Congreso entregó $ 20 millones de pesos a Luis Alfonso Santamaría, quien también recibió $ 560 millones por asistencia médica integral de los familiares de los senadores.

El Senado compró
7.500 ejemplares de la revista Valledupar 450 años, por $ 21,6 millones. El Congreso adquirió 492 libros jurídicos por $ 93 millones, casi $ 200 mil por libro!. En la Cámara de Representantes bajo la dirección de los Valencia Cossio se canceló una nómina fantasma por $ 900 millones de pesos, para pagos de 80 empleados de la biblioteca en época de vacaciones y cuando solo laboran 10 empleados para sacudir el polvo. También en la Cámara se descubrió un contrato por $ 5 mil millones de pesos para remodelación de fachada, diez inodoros y posillitos para los tintos.

Hay Hombe,
no se justifica que cancelen cinco millones de pesos a un mariachi por cantar tres melodías el día de la secretaria; y menos que paguen $ 30 millones de pesos en rollos de papel higiénico para los congresistas... Bueno este sí se justifica para que se limpien la ‘mierda’ que hablan en algunas sesiones.

La corrupción no para
en ninguno de los Ministerios, ni en las entidades financieras ni en las corporaciones públicas como los Concejos municipales. En el Ministerio de Guerra el Ejército recibe doble sueldo con todas sus fuerzas de tarea, Águila, Delta, Cobra, Tiburón y Coyará para mantener perturbado el orden público y en estado de sitio todo el territorio nacional. Los profesionales de contraguerrilla no comen del bongo sino en restaurante fino lentejas guisadas con tocino o filete de pescado caballa en aceite vegetal. O la ración de campaña verde oliva importada desde Madrid por la pelirroja Giselle Jaller Jasboun, quien le encimó al mayor Pepe Zúñiga su amplio escote y la orquídea de sus muslos.

Por todas partes
están implicados en sobornos, sindicados de concierto para delinquir, celebración indebida de contratos, peculado, concusión, cohecho, y falsificación de documentos públicos. Y todavía soñamos con una Colombia en paz. Mejor dicho Colombia está en manos de una manada de hifueputas, me reclamó Amazilia Baloyez. Mientras Colombia continúe en poder de los gagasaurios, los pastranofidios, y los pomaricos, y uribistas, no podrá haber paz.

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